La Nueva Escuela Mexicana apuesta por las metodologías activas, donde los alumnos son los actores principales en su proceso de aprendizaje.
Para ello, el trabajo por proyectos es una forma de crear nuevos aprendizajes a través de una serie de etapas lógicas y necesarias para resolver una problemática de la comunidad, de la escuela o del aula, y dar respuestas a preguntas de interés común, con esta metodología se involucra a la comunidad en una realidad circundante.
El trabajo por proyectos educativos propone una educación que sea capaz de cuestionarse lo establecido, que tenga sentido crítico, humanista y comunitario, donde se rebase los límites de la escuela y se convierta en un proyecto social compartido con la familia y la comunidad y que además sea congruente con la diversidad de contextos de los alumnos y responda a sus características e individualidades.
Cabe señalar que el trabajo por proyectos favorece la autonomía de los estudiantes, la cooperación, el trabajo en equipo y transforma el trabajo docente llevándolo de ser transmisor de conocimientos, a un facilitador y creador de ambientes de aprendizaje, además de posibilitar dicho aprendizaje de manera contextualizada.